Buenas a todos, en esta entrada me gustaría entrar a
discutir y divagar una parte para mi esencial de cualquier sistema, no es la
parte más importante y, de hecho, ni siquiera es la parte más usada, estoy
hablando de las ayudas o acciones en equipo.
Todo jugador que se precie seguro que ha vivido la situación
típica en la que realizar una acción es vital y para ello echa mano de sus
compañeros de aventuras para, entre todos, conseguir levantar esa puerta de
piedra, desactivar esa trampa que los aprisiona o descifrar ese pergamino que
oculta la clave de la victoria. Para todas estas situaciones los diversos
sistemas de rol establecen muy diversas reglas, desde un bonificador fijo hasta
un bonificador dependiente del personaje “ayudante”.
Antes de ver un ejemplo concreto tendríamos que diferenciar
que clases de ayudas se pueden prestar:
- Ayuda acumulativa: sería el tipo de ayuda en el que varios personajes realizan una acción y cada uno de ellos pone su habilidad al completo al servicio de la acción. Por ejemplo: tirar de una cuerda (por simplificar todos juntos suman sus fuerzas al completo aunque no sea así exactamente).
- Ayuda puntual: sería el tipo de ayuda en el que un personaje realiza una acción y los demás pueden ayudar puntualmente sobre algún tema, dando una pequeña ventaja no totalmente determinante. Por ejemplo: desactivar una trampa, el que la desactiva puede recibir consejos pero sin tocar la trampa el consejero no puede ser 100% efectivo.
- Ayuda exponencial: sería el tipo de ayuda donde entre varías personas utilizan sus habilidades obteniendo un beneficio mayor a la suma de sus talentos (dicho de otro modo es sinergia, palabra por desgracia que se usa más por directivos y vendemotos que por ninguna otra persona).
Evidentemente todo tipo de ayuda puede salir mal y llevar a
restar en lugar de sumar (como cuando mi padre mira por encima de mi hombro y
me dice donde está el problema del ordenador).
Para rolear dicha ayuda hay dos formas habituales de
hacerse:
- Dando un bonificador fijo: a “cada ayudante” concede un bonificador fijo a la acción haciendo a cualquier ayudante la misma importancia (exactamente no es así porque el más preparado es más probable que ayude, pero de conseguirlo todos aportan lo mismo). Bajo mi punto de vista esta es la peor de la opciones, matemáticamente hablando tiene sentido dado que el valor absoluto de la ayuda varía porque los mejores ayudan casi siempre, siendo además injusto que una persona muy fuerte ayude lo mismo que el débil si lo consiguen, además este tipo de ayuda es carne de Munchikeo, p.e. en D&D es habitual el +2 a la tirada, esto provoca la siguiente situación:
- Esto pasa siempre que la ayuda sea entre dos y la tirada de dados necesaria siendo uno solo sea 17 o menos, como podéis ver a bajos niveles se dan problemas de Munchikeo que el Master debe subsanar (y si el Master debe intervenir porque el sistema no lo prevé algo malo se ha hecho).
Dando un bonificador variable en función del personaje: la
más justa de las formas dado que no presupone que al empujar una puerta te ayuda
igual Pumuki que el primo de Zumosol (hay que ser de la la EGB para entender
esta analogía), ¿Cuál es el problema?, que en algunos sistemas los
bonificadores pueden ser negativos, y claro, ¿Qué sentido tiene que ayude el
que resta? (pensad esa misma frase cuando vayáis a votar por favor). Siguiendo
ese sentido si un grupo de 1000 personas con -1 a la fuerza intentan derribar
la puerta la hacen más fuerte, luego mucho sentido no tiene.
¿Cuál sería la solución?, pues yo creo que un punto
intermedio, se me ocurre que por ejemplo, cada punto superada la dificultad en
la prueba de ayudar fuese el bonificador de ayuda, de ese modo tenemos el
puntito de azar y además se premia a los mejores dado que fácilmente superarán
la dificultad, ¿Qué os parece?, en los comentarios
podéis indicar si os parece una idea propia de un político.
ESCRITO POR
Paet
Informático de profesión, lo que más me llama la atención de cualquier juego de mesa o rol son los sistemas en su parte matemática y las estrategias asociadas, espero que disfrutéis tanto leyéndome como yo escribiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario